miércoles, 15 de abril de 2015

La Oratoria del Samurái


Las tres distancias en la Defensa Personal Inteligente

En la defensa personal inteligente se toma como principio fundamental la referencia de 3 distancias:

La primera distancia es conocida como el círculo de atención que comprende un radio de 20 metros de distancia, entre el individuo y la amenaza.
Esta práctica se efectúa mediando la capacidad de aumentar la atención como habilidad mental. Expandiendo nuestro radio de observación y percepción interna.
Damos un ejemplo sencillo, cuando vamos caminando por la calle y nos encontramos a un perro a media cuadra, y comenzamos a sentir miedo, llegamos a 20 metros del animal, él ya levanta la oreja, observa por todos lados buscando a su victima, cuando lo reconoce, va al acecho, nosotros cruzamos la calle para evitarlo, y el perro cruza la calle para esperarnos y seguir con su plan de acecharnos.
Para superar este ciclo de violencia que se expresa en el plano psicológico, debemos aplicar una serie de técnicas físicas y mentales.
En la tradición guerrera del Tíbet se enseñaba que el ser humano esta compuesto por canales de energía, teniendo 3 centros de energía, para controlar estos centros se recomendaba, colocar la punta de la lengua en el paladar superior entre el techo de la boca y los dientes, presionar la respiración bajo el diafragma y empujar la energía en la planta de los pies.
Es un método que entrenado con seriedad desarrolla una alta capacidad de atención y percepción ante cualquier tipo de ataque.

La segunda distancia es conocida como "Dominio de la Situación" se lo considera dentro de un Radio de 5 metros. Donde se puede tomar una decisión, en este círculo implica mucha destreza mental para asumir una responsabilidad.
La responsabilidad aquí se mide como la Habilidad de dar una Respuesta y asumir las consecuencias.
En este círculo, se utilizan gritos, llamadas de auxilio simuladas y técnicas para huir del área de peligro para evitar el enfrentamiento, a través de un cambio de mentalidad y pacificación de las emociones. El objetivo es no perder el equilibro emocional.
Dominar la situación es crear inseguridad en la amenaza a manera de anular una posible agresión.
Volvemos al caso del perro...
La violencia es un ciclo anti humano, si aprendemos a dominar la violencia, y actuamos con sentimientos humanos de amor, generosidad y respeto rompemos el ciclo de la psicología de la víctima. Los animales responden a estos patrones y reconocen la debilidad humana.

Un agresor siempre elige a su víctima, y sabe como crear pánico para lograr su objetivo. El secreto esta en desarrollar la debida atención y el dominio de la situación para que en lo posible no nos tomen por sorpresa.

La tercera distancia es conocida como "La Técnica", es el punto donde ya no existe otra salida más que enfrentar al adversario de dos formas: Una aceptando la situación y dejarse llevar donde nos conduzca el agresor, o tomar la iniciativa.
Tomar la iniciativa es tener la habilidad de dar una respuesta ante una situación de peligro. En este caso una puede huir del lugar tomando la dirección contraria a la amenaza, o asumir la responsabilidad de enfrentarse aplicando una técnica marcial.

Muchos creen que por tener conocimientos de técnicas marciales tienen la habilidad de enfrentarse y defenderse de cualquier amenaza, esto es una actitud muy irresponsable, ya que ante una pelea nadie garantiza que la técnica que domina sea mejor que la del adversario, todo es cuestión de suerte, porque no hay garantía.
Uno puede ser muy bueno en competencias de combate suave y de contacto pleno, pero en la calle el riesgo es, que no hay un arbitro que separe al agresor si nos vemos en el riesgo de perder la vida.
Como decía mi Maestro de Arma Blanca: Si no aceptas que puedes morir en un combate, es mejor que corras con todas tus fuerzas. Pues debes reconocer que tu vida es más importante que una victoria desgraciada o una muerte de perro.
Por eso, las mejores batallas de la vida son aquellas en la que podemos vencer sin luchar.

By: Héctor Torres Sensei.

TALLER: DEFENSA PERSONAL INTELIGENTE

Es un método para la sincronización de la mente y el cuerpo, a través de ejercicios físicos y mentales para actuar de forma inteligente en situaciones de riesgo. Entre las prácticas se desarrollan el control del miedo y la ansiedad, técnicas de defensas personales efectivas, psicología de la víctima y el agresor, ejercicios de respiración y control de la reacción instintiva aplicando la consciencia. El sistema de defensa personal inteligente del Samurái, abarca un conjunto de técnicas físicas y el desarrollo del autodominio contra agresiones psicológicas que condicionan nuestro sistema somático. El objetivo es permanecer en calma y armonía a través de la atención y el discernimiento, para no ser una víctima de las circunstancias.

Desarrolla la Técnica de Aproximación Indirecta de Vencer sin Luchar.