"El Sentido de Destino"
"Apunta tu lanza al horizonte lo más lejos que puedas, marca a dónde quieres llegar"
Todos creemos que la vocación es seguir una carrera que nos dé frutos rentables en la vida, así asumimos la mentalidad de seguir con el oficio de la familia, del sueño de los padres y de las opiniones de moda, que cambia según la tendencia de estudio e investigación (que bien sabemos dejaran de serlo en cuanto aparezcan otros atractivos en cualquiera de los campos), así seguimos una vida alejado de lo que realmente es nuestra naturaleza; no podemos esperar el triunfo cuando no seguimos lo que queremos, como también sabemos que no podemos llenar nuestra alma con el triunfo que nos reboza porque siempre sentimos algo que nos falta.
La vocación proviene del latín VOCATIO (convocación) es el acto de convocarnos a algo, ¿qué es ese algo que nos llama? Ahí vemos que los llamados que recibimos son innumerables, pero podemos resumir en tres llamados fundamentales:
- Ser convocado por el destino,
- Ser convocado por la sociedad,
- Ser convocado por el Alma.
Aquiles dijo en una ocasión: “desearía ser un esclavo de un amo con pocas intenciones de poder, que seguir a un rey ambicioso… Pero el destino me obliga a ir al encuentro de la victoria… por eso no lucho por un rey, lucho por los que creen en mi” (Iliada)
En estos fragmentos recortados, se resumen los tres llamados, ya que existe un sentido de destino, algo que nos llama desde el fondo del corazón, a cumplir con lo que está destinado para nosotros, a la par que sentimos ese llamado, lo extendemos en una acción en la sociedad al notar que puede ser útil para los demás, y así el sentido del deber se expresa como un llamado del Alma.
Haber elegido una profesión no es sinónimo de haber seguido nuestra vocación, pero, si hemos seguido nuestro llamado, nuestra vocación, nos habremos realizado en todos los aspectos de la vida, llegaremos al concepto de que en realidad “no trabajamos”, sino más bien, nos realizamos en cada acto que plasmamos.
No debemos desanimarnos al reconocer que no hemos seguido nuestra vocación, ya que la vocación, puede ser canalizada de dos formas, una a través de la profesión que hemos elegido, dándole un real valor y convirtiendo nuestra profesión en una saga útil para los demás, porque el destino lo necesita y porque es nuestro deber ser un ser humano útil; la segunda es a través de Hobbies que nos permiten canalizar esa energía estancada que nos limita en muchos aspectos ya sean ellos emocionales, profesionales o personales.
Me contaron una vez la historia de un médico, que nunca se sintió confirme con su profesión ya que siguió la carrera de la familia y no lo que le llamaba desde el fondo de su alma, hasta que un día decidió estudiar pintura para liberarse del estrés, con el correr del tiempo reconoció que pintar e imprimir en los cuadros realidades extraídas desde fondo de la imaginación, era algo que lo hacía con tanta naturalidad que reconoció que ello era su vocación, pasaron los años, y con el tiempo comenzó a exponer sus cuadros, hasta que comenzó a ganar más dinero por sus cuadros que por aquella profesión que había conquistado. Así abandonó su primera carrera para iniciar un nuevo ciclo en su vida, la de ser un gran pintor que inspirase a las almas a encontrarse consigo misma al observar sus cuadros.
Esto, es otro punto a tenerlo en cuenta, no podemos abandonar una cosa sin haber conquistado otro elemento estable que nos permita desarrollarnos como seres humanos inteligentes. Canalizar tu vocación sólo depende de ti.
¿Estás dispuesto a iniciar una nueva saga? Este es una saga de hombres y mujeres valientes, con coraje y definición clara del destino. Si no te sientes seguro de elegir el camino de los Héroes, como “Aquiles” “Héctor” “Leónidas” y tantos otros, es mejor que no lo intentes ya puede tornarse peligroso…
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